Las tres representaciones se agrupan en la misma región de la corteza sensorial, al igual que la estimulación de los genitales de los hombres activa zonas de esta área. Para nosotros lo que sí fue una sorpresa es que la autoestimulación del pezón activa no sólo la región de la corteza sensorial que esperábamos, sino que también activa las mismas zonas que la región genital, lo que explicaría por qué algunas mujeres pueden tener orgasmos a través del tocamiento del área mamaria".
Para poder 'mapear' el placer femenino, las participantes tuvieron que autoestimularse con la mano o con un vibrador cilíndrico, de 15 milímetros con movimientos rítmicos suaves o intensos en el clítoris, la pared anterior de la vagina, el cuello uterino o el pecho por separado, y al azar, en una secuencia de ensayos. Todas recibieron las instrucciones a través de unos auriculares que les permitieron estar en contacto continuo con los investigadores.
Durante el proceso de masturbación, se activaron hasta casi 30 áreas del cerebro, incluidas las que están relacionadas con el tacto, la memoria, la sensación de recompensa e, incluso, el dolor. Estos hallazgos pueden ayudar a reconocer que el orgasmo es un potente analgésico como se afirma desde hace algún tiempo.
Además el estudio de Komisaruk pone en tela de juicio la hipótesis defendida por algunos expertos que argumentan que las mujeres que obtienen placer de la estimulación vaginal "lo consiguen porque el clítoris está siendo estimulado indirectamente, pero nuestros resultados contradicen esto. Porque tal y como indica el estudio la vagina y el clítoris son fuentes directas de placer sexual, al igual que el cuello uterino, ya que estas zonas erógenas tienen sus propias terminaciones nerviosas que transportan las sensaciones a la corteza cerebral", insiste el experto estadounidense.